El acuerdo con el FMI y la implementación de las bandas de flotación permitió que la corrida cambiaria se detenga, al menos en el corto plazo. También se redujeron las expectativas devaluatorias de la mano de una menor volatilidad en el tipo de cambio. Aun así, este contexto de mayor calma no se traduce en una mejora sustancial de la deuda local.
El equipo de research de Banco Mariva planteó que el nuevo acuerdo con el organismo de crédito internacional provee un mayor tamaño de asistencia y garantiza fondos hasta fines de 2019, algo que debería despejar dudas sobre la capacidad de servicio de la deuda en el corto plazo.
“Mientras tanto, Argentina debería centrarse en el cumplimiento de los estrictos objetivos fiscales y monetarios planteados, con los que mejorará sus fundamentos. Además, con sus necesidades cubiertas hasta el final de 2019 (excepto la renovación de parte del stock de deuda en moneda local y Letes en dólares), Argentina probablemente estará fuera de los mercados de deuda internacional por los próximos dos años”, resaltaron.
El país pagará vencimientos de bonos por u$s 7,500 mil millones e intereses por u$s 20,7 mil millones, por lo que Mariva considera que la combinación de no emisión y el pago de intereses y vencimientos mejorará la posición técnica.
En el informe advirtió sin embargo que existen dos factores clave juegan en contra del potencial de compresión de spread de los bonos argentinos. Por un lado, los fondos de mercados emergentes continúan sobre ponderados en activos locales, hecho que limita el alza de la renta fija local.
Por otro lado, la incertidumbre política en torno a las elecciones presidenciales de 2019 también juega en contra de un mejor clima de negocios para los activos de deuda argentinos.
“Esta situación está fácilmente ilustrada por la ampliación del spread entre el Global 2021 y Global 2019 y que se ha extendido a los actuales 440 puntos básicos”, finalizaron.
Fuente: El Cronista